¿Cuándo dejan de hacer siestas los niños?
Siestas en la infancia: ¿cuándo se acaban?
La siesta del bebé no solo supone un descanso para el pequeño y le ayuda a afrontar la segunta parte del día, también es un descanso para los padres ya que el cuidado de un bebé requiere de mucha atención y energía.
Sin embargo, a medida que el bebé se va haciendo mayor, la necesidad de tomar una siesta se ver reducida y, un buen día, te das cuenta de que ya no quiere dormir. ¿Cuándo suele suceder?, ¿En qué momento dejan los niños de hacer siestas?
La siestas en la infancia
Entre la una y las cuatro de la tarde, nuestro organismo experimenta un descenso de temperatura que nos indica que es la hora de la siesta. Así, si algún día no hemos dormido lo suficiente durante la noche , la siesta puede constituir una inyección de energía. Para los niños este sueño resulta una forma de evitar que lleguen a la tarde de la tarde irritados y alterados y, en general, mejora la calidad de su descanso nocturno.
Sin embargo, a medida que el bebé crece, puede sentir menos necesidad de realizar un descanso y puede llegar a la noche sin haber dormido nada durante el día.
¿Cuándo dejan de dormir por la tarde los niños?
Algunos niños pequeños pueden dejar de tomar siestas cuando tienen alrededor de dos años, mientras que otros pueden continuar tomando siestas después de los cinco años. Depende de las necesidades de cada niño para descansar y refrescarse.
Si bien, en los bebés de meses la siesta o las siestas durante el día forman parte de su rutina, cuando va creciendo y el sueño se va regulando, el niño dormirá más horas seguidas durante la noche y menos durante el día. Sin embargo, esto es un proceso que atraviesa distintas etapas:
- Los recién nacidos realizan siestas de forma constante durante el día.
- Cinco a seis siestas al día cuando tienen 12 meses
- Dos o tres siestas al día cuando tengan 18 meses.
- Una siesta al día cuando crecen de tres a cinco años.
- No hay siestas diarias durante el día o una vez en unos pocos días o semanas después de los cinco años.
Ver +: Cómo evoluciona el sueño en los niños
¿Cómo sé que mi hijo ya no necesita tomar una siesta?
Algunos signos indican que los niños pequeños no necesitan tomar siestas durante el día:
Tarda demasiado en conciliar el sueño por la noche: por la noche no está cansado ??y no exigen dormir ya que su necesidad se satisface con la siesta diurna.
Parece activo a la hora habitual de la siesta: si está tranquilo, rechaza la siesta y muestra su falta de voluntad para tomarla, significa que puede saltarse esta siesta programada.
No se muestra irascible al saltarse las siestas: si tu pequeño está contento y no está de mal humor ni es quisquilloso al saltarse las siestas, quizá sea hora de decirle adiós a este pequeño sueño durante el día.
Se siente irritado cuando le obligas a tomar una siesta: protesta, se enfada o llora si intentas acostarle a la hora de la siesta.
Después de los cinco años, el niño pequeño debería poder dormir la mayor parte de su sueño por la noche. En caso de que necesite realizar sueños durante el día, puede indicar que no tiene un sueño reparador durante la noche, en este caso, debes consultar con su pediatra. n
Si, por el contrario, tu bebé bosteza, se intenta acurrucar o mecer, se duerme en el coche, parece falto de energía por la tarde o incluso está irascible hacia la noche, puede que todavía esté en esa etapa en la que requiere de la siesta.
¿Y si tiene sueño por la tarde pero le cuesta dormir de noche?
En caso de que hacia la hora de la tarde, el niño muestre señales de sueño y duerma su siesta pero a la hora de ir a dormir por la noche se muestra muy despierto y poco somnoliento, quizás ha llegado el momento de reducir las horas de siesta.
Por ejemplo, si tu hijo está acostumbrado a dormir la siesta durante dos horas, reduce a una hora. No hagas una reducción drástica, ve bajando el tiempo que duerme de dos horas a media hora poco a poco para que te sea más fácil romper el hábito.
En cualquier caso, si ya no duerme la siesta, es importante que haya un descanso a la mitad del día, sino para dormir, para descansar. Puede escuchar canciones, ver la televisión, leer cuentos... Es preferible que este momento sea de relax y paz y no de juego activo. De hecho, cuando vaya a la escuela infantil, será un momento de descansar tras el trabajo de la mañana.
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