Qué es la ectopia testicular

Un pequeño contratiempo en el camino. ¿Cómo se detecta?

A un 5% de las madres que llevan a sus hijos varones a pasar la primera revisión les dicen que su hijo tiene ectopia testicular. Por lo general, esta anomalía se corrige por sí misma, pero a veces hay que echar una manita...

¿Qué es la ectopia testicular?

Los testículos de los niños se forman durante la vida embrionaria, junto a los riñones, en el abdomen. A lo largo del desarrollo fetal, el testículo desciende para salir de la cavidad abdominal (por el canal inguinal) y colocarse en la bolsa correspondiente. A medida que desciende, el canal inguinal se cierra pegando sus paredes.

Normalmente, al nacer, los dos testículos han descendido. Pero, a veces, uno de ellos (o los dos) se detiene por el camino. En el 90% de los casos eso ocurre en el canal inguinal (a cualquier altura del mismo). Si el testículo se queda en el abdomen, el caso es más complejo, porque no se puede descubrir al tacto y puede poner en duda su existencia.

¿En qué momento se detecta esta anomalía?

Durante la revisión que realiza en la maternidad, el pediatra comprueba si los testículos han descendido bien. Si descubre que uno de los dos no está en su lugar te lo comunicará, pero no urge intervenir: apenas un 1% de los niños siguen teniendo ese problema al cumplir 1 año.

Si, por el contrario, el pediatra diagnostica una hernia inguinal (al no haber descendido el testículo, el canal inguinal no se ha cerrado y el intestino se ha quedado dentro), recomendará que le realicen una intervención.

¿Cuándo se puede hacer un diagnóstico definitivo?

Todos los bebés a los que se les ha diagnosticado una ectopia testicular al nacer vuelven a ser examinados un año después para ver cómo ha evolucionado la situación. El diagnóstico es clínico: el médico palpa las bolsas para comprobar si ha descendido el testículo. Si sigue mal colocado, pero el médico lo nota al tacto, te tranquilizará de inmediato. Se trata de un testículo en ascensor: el canal inguinal se ha cerrado bien, pero deja espacio suficiente al testículo para ascender ligeramente en su parte baja (lo que ocurre cuando el niño está agitado o inquieto). Solo hay que esperar: el testículo se colocará en su lugar por sí mismo, al alcanzar la pubertad.

Si por el contrario está todavía alto en el canal o parece que se ha quedado en el abdomen, el médico te derivará a un cirujano.

¿Por qué hay que corregir la ectopia?

A diferencia del órgano equivalente femenino (los ovarios), los testículos, que secretan las hormonas masculinas y fabrican espermatozoides, tienen que abandonar el abdomen porque allí la temperatura es demasiado elevada para que puedan ser "operativos" (necesitan una temperatura ambiente inferior a 37 ºC).

En un bebé, la producción de espermatozoides no es urgente, claro está (aunque el testículo esté activo desde los primeros años), pero hay que intervenir lo antes posible (a lo largo del segundo año) porque un testículo que ha pasado demasiado tiempo en el abdomen suele presentar anomalías anatómicas que pueden llevar a una baja fertilidad.

¿En qué consiste la intervención?

Si el testículo se ha quedado en el canal inguinal: el cirujano practica una primera incisión a la altura del glande para liberar las adherencias que lo rodean y le impiden descender. Al mismo tiempo, alarga el cordón espermático, los vasos sanguíneos. Una segunda incisión permite colocar el testículo en su lugar, en el fondo de la bolsa. Esta sencilla intervención se realiza con anestesia general y el niño vuelve a casa en el mismo día.

Si no se puede palpar el testículo: puede que se haya quedado en el abdomen. Lo importante es asegurarse de que existe. La única prueba fiable es la laparoscopia. Esta técnica quirúrgica consiste en hacer pequeñas incisiones por las que se introducen instrumentos minúsculos: algunos sirven para ver el interior del vientre (y verificar así la presencia del testículo) y otros son réplicas en miniatura del material quirúrgico que sirven para colocar el testículo en su lugar.

Laurence Dibarrat.
© Enfant.com

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