¿Por qué tiene otitis recurrentes?

Una y otra vez tu bebé padece otitis. ¿A qué se debe?

La otitis es una enfermedad casi siempre dolorosa bastante frecuente a partir de los 6 meses. Afecta a muchos niños y a menudo de forma recurrente. Béatrice Di Mascio, pediatra, nos habla de esta enfermedad.

Índice

1. ¿Qué es la otitis?
2. ¿Por qué se producen otitis tan seguidas?
3. ¿Qué tratamientos existen?

¿Qué es la otitis?

La otitis es una infección o una inflamación del oído causada por una bacteria o por un virus. A menudo se produce en un contexto de rinofaringitis con fiebre, mocos, tos...

Es muy frecuente en los niños a partir de los 6 meses y suele ser dolorosa. Hace gritar y llorar al bebé, que se toca o se tira de la oreja, especialmente cuando está echado.

¿Por qué se producen otitis tan seguidas?

La nariz es la puerta de entrada de los virus, a los que son más sensibles los niños que aún no han consolidado la inmunidad. Entre los 6 y los 18 meses, los virus y las mucosidades suben con mayor facilidad por la trompa de Eustaquio que por la faringe. Eso presiona el oído y crea una inflamación, la otitis.

En los niños más pequeños, la trompa de Eustaquio (el conducto que une el oído medio y la rinofaringe) se drena peor que en los adultos. Es fisiológico. Hay que esperar hasta que empiezan a andar para que el número de otitis disminuya o incluso desaparezca.

Además, existen familias de otitis, según la morfología y la inclinación de la trompa de Eustaquio.

De todos modos, en caso de otitis recurrente, no hay que descartar la posibilidad de una alergia o de reflujo gastroesofágico que provoca el ascenso de ácido del estómago hacia el oído.

El tabaquismo pasivo también favorece las otitis.

¿Qué tratamientos existen?

La otitis externa. Se debe a una inflamación del conducto a consecuencia de un eccema o de una sesión de piscina y a menudo se cura con unas gotas auriculares, lo que no es aconsejable, por el contrario, para las demás otitis, al menos sin prescripción médica.
La otitis congestiva. Se caracteriza por un tímpano rosado en lugar de blanco. No da punzadas de dolor tan fuertes ni tanta fiebre como la otitis aguda purulenta. No precisa antibióticos. El médico recetará paracetamol para calmar el dolor y eventualmente corticoides para disminuir la presión en la trompa de Eustaquio.
La otitis aguda purulenta. Duele mucho, da mucha fiebre y se caracteriza por un tímpano abombado. El tratamiento se define en función de su origen. Si es de origen viral, no se utilizan antibióticos, sino un tratamiento antiinflamatorio a base de paracetamol o de corticoides.
La otitis seromucosa. Es más insidiosa, porque no siempre es dolorosa ni siempre provoca fiebre. Suele suceder a una otitis aguda y por ello puede pasar inadvertida causando, desgraciadamente, una pérdida de audición y dificultades de aprendizaje del lenguaje. Por eso es importante controlar los oídos de tu hijo después de una otitis y llevarlo al médico si ves que está en la luna, que no oye bien o que pronuncia mal algunas palabras.
En caso de otitis recurrentes, el pediatra tendrá en cuenta ciertos parámetros que pueden favorecer las recaídas. Comprobará si se producen en un contexto alérgico o de reflujo gastroesofágico y, si es necesario, le recetará el tratamiento adaptado. También puede recomendar la extracción de las vegetaciones(adenoidectomía) que, cuando son demasiado voluminosas, favorecen el desarrollo de gérmenes en la trompa de Eustaquio.
En caso de recaída de otitis serosa, puede ser necesario la colocación de drenajes transtimpánicos que permitan liberar la presión dentro del oído.