El gateo de los bebés

Cómo estimular al bebé para que gatee

El gateo de los bebés es un movimiento muy importante para su desarrollo. No solo le permite desplazarse, sino que está intrínsecamente relacionado con su desarrollo físico, intelectual y emocional, y como consecuencia influirá directamente sobre sus aprendizajes escolares y extraescolares y en su relación con los demás, entre otras muchas cosas. El pequeño no se detiene ni un momento. Va de acá para allá como un correcaminos. Y cuanto más gatea, aunque no nos demos cuenta, más cosas ocurren en su interior.

Beneficios del gateo en el bebé

El gateo de los bebés

A nivel físico: • Con el gateo, desarrolla su musculatura de una manera armónica, se familiariza con su cuerpo, mejora su equilibrio, su fuerza y su coordinación muscular. •Al tocar diferentes texturas, se estimula la sensibilidad táctil de sus dedos y de la palma de sus manos, lo que le facilitará en el futuro la prensión de objetos pequeños, como por ejemplo un lápiz. •

Al desplazarse por distintos lugares y observar los objetos desde diferentes distancias, favorece el desarrollo de su visión. Ejercita la convergencia ocular y el enfoque, la visión binocular, la visión estereoscópica o tridimensional y la visión periférica, imprescindibles para orientarse en el espacio y para realizar la mayoría de las tareas escolares, como la lectura y escritura. •Al intentar coger los objetos que se encuentra en su camino, ejercita la coordinación ojo-mano. •Por la posición y al tratarse de un ejercicio armónico y continuado, aumenta la oxigenación de su cerebro y mejora la capacidad respiratoria, importante, por ejemplo, para el habla...

A nivel intelectual: • Al desarrollar el patrón cruzado, es decir, realizar movimientos simultáneos del brazo y la pierna contrarios, favorece a nivel neurológico la interconexión de ambos hemisferios cerebrales, lo que hace que el intercambio de información entre ellos sea cada vez más rápido y eficaz. • Esta utilización cruzada de sus extremidades ayuda a establecer también la futura lateralización (dominancia manual, podal, visual y auditiva).

A nivel emocional: • Al comenzar a separarse físicamente de su madre o figura de apego, comienza a ser capaz de diferenciarse a sí mismo del resto del mundo, lo cual es imprescindible para que exista socialización. •Al conseguir algo que desea, como alcanzar un juguete o llegar hasta sus padres, desarrolla el sentido del logro, la confianza en sí mismo y su autoestima.

Gatear a sus anchas

No hay ninguna prisa para que empiece a andar. Cuanto más tiempo dedique el niño a gatear, mejor. No le privemos de estos beneficios. Cuando esté lo suficientemente maduro y convenientemente estimulado, el propio niño se pondrá de pie por sí mismo. Una vez que gatee con soltura, solo tendrá que encontrar algún apoyo que le ayude a levantarse, aprender a mantenerse de pie, desplazarse de un mueble a otro y, antes de lo que nos imaginamos, aprenderá no solo a caminar, sino también a correr, bailar y saltar. Pongamos al niño en el suelo y dejemos que gatee a sus anchas. El gateo es trascendental para su desarrollo.

Andadores y tacataca para los bebés

¿Son convenientes los tacataca o andadores? El tacataca les da mucha movilidad, pero no les enseña a andar de forma precoz y puede impedir que el niño sienta la necesidad de gatear, etapa fundamental. Debe aprender a andar sin prisas, pasando por todas las fases. Generalmente, cuando se coloca al niño en el andador, no suele estar preparado para ello –por su desarrollo motor u osificación–, con lo cual, si permanece demasiado tiempo sobre él, puede ser perjudicial.

Además, al tener tanta libertad de movimiento aumenta el número de posibles accidentes, bien por caídas o bien porque se pone en contacto con materias o utensilios peligrosos. No obstante, puede resultar divertido en un momento puntual, pero siempre en presencia de un cuidador fiable y nunca de forma prolongada.

¿Cuándo hay que preocuparse? Cada bebé tiene un ritmo de desarrollo diferente, pero conviene consultar al pediatra si al cumplir los 6 meses no sostiene firmemente su cabeza, no intenta coger objetos de su alrededor o no muestra signos de movilidad como darse la vuelta, reptar o levantar su pecho apoyado sobre sus antebrazos.

Cómo estimular al bebé para que gatee

•- Actividades como mecer, arrullar, dar vueltas, saltar, balancear… son muy estimulantes para el equilibrio y para mejorar la coordinación y la armonía de los movimientos del cuerpo. •

- Poner nuestras manos o algún objeto firme detrás de sus pies le servirá de apoyo para que pueda impulsarse en sus primeros desplazamientos. •

- Objetos atractivos o sus juguetes preferidos a la vista pero alejados de él le harán sentir la necesidad de desplazarse. Y, además, si a lo largo del trayecto se colocan obstáculos como cojines, cajas o túneles, adquirirá mayor seguridad, velocidad y agilidad. •

- Conseguir que la situación de aprendizaje le resulte segura y divertida hará que gatee con libertad y que disfrute con ello. Elegir un lugar libre de peligros y no prolongar la actividad demasiado tiempo para que no se canse es primordial. Si no le agrada, es mejor no forzarle. •

- Animar y reforzar los intentos e iniciativas del niño para moverse hará que no renuncie ante los fracasos y que siga intentándolo. • Utilizar juegos de imitación, de perseguir o de esconderse ayudará a reforzar las nuevas habilidades motoras. •

- Tratar de evitar el uso de zapatos o ropa demasiado gruesa mientras explora y descubre aumenta la información sensorial, ya que el contacto de su cuerpo con la superficie sobre la que se desplaza es más directo.

Virginia González. Psicóloga y profesora de Educación Infantil

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