¿Qué beneficios tiene la plastilina para el bebé?

La plastilina es uno de los juegos favoritos de los niños, además de una herramienta ideal para el aprendizaje

Al igual que los lápices de colores o los rotuladores, la plastilina es un clásico en la etapa preescolar e incluso antes. Es universal, muy variada y no pasa de moda. Por eso es uno de los juegos preferidos de los pequeños. ¡Es increíble todo lo que puede aportar a tu joven artista!

¿Qué beneficios tiene la plastilina para el bebé?

La plastilina es ideal para desarrollar el tacto y la motricidad fina

Como la arcilla, la pasta de sal o la tierra, la plastilina es una excelente actividad de manipulación. Gracias a ella, el pequeño ejercita su motricidad fina. Para crear una obra de arte, hay que modelar, recortar, ajustar, enrollar, juntar, amasar, aplastar... En resumen, hay que poner a trabajar los diez dedos para realizar bien el gesto y, así, obtener un resultado satisfactorio. ¡No es tan fácil!

Además: cuando tu hijo manipula la plastilina, fíjate qué mano utiliza más. Es un buen modo de averiguar si será zurdo o diestro.

La plastilina es buena para utilizar la imaginación

Con la plastilina, tu hijo puede jugar durante horas a inventar personajes, animales, alimentos, flores, formas... Además, este fantástico material permite modificar el producto. Puede equivocarse, volver a empezar, hacer y deshacer, a diferencia del dibujo, que deja huella.

La plastilina no solo permite que el niño reproduzca lo que imagina en tres dimensiones, sino que además puede crear bolas, salchichas, serpientes... lo que contribuye a desarrollar su soltura manual además de la coordinación ojo/mano. 

Además: jugar con la plastilina tiene efectos calmantes en los niños muy activos, porque es un trabajo individual y personal que requiere concentración.

La plastilina es ideal para despertar la inteligencia

Con sus colores, sus olores, sus múltiples texturas (hoy en día existen plastilinas que reproducen el color y la textura granulosa de la arena o el olor de la fresa), la plastilina proporciona sensaciones diversas.

Cuando forma bolas, por ejemplo, tu pequeño escultor se inicia en el aprendizaje de las formas y hace suya también la noción de tamaño. ¿Una bola grande o pequeña?

Además, crear formas con volumen (un muñeco, por ejemplo) ayuda a tu hijo a tener una imagen más clara su propio cuerpo.


Safia Amor, con la colaboración de Pascal Iglesia, maestro.

© Enfant Magazine

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