¿Por qué lloran más los bebés a última hora de la tarde?

¿A tu bebé también le pasa? Tiene una explicación. Mira cómo calmarle.

¡Ya está otra vez! Cae la tarde y tu bebé comienza su concierto de lágrimas. Es su forma de eliminar el estrés del la jornada. El mejor remedio es no perder la calma... ¡si es posible!

Todas las tardes, hacia las 18 ó 19 h, tu bebé se pone a llorar y no consigues consolarlo. El ritmo se acelera y los gritos del pequeño con él. No te preocupes, el panorama no tiene nada de excepcional. Ese llanto del final del día es muy frecuente en los bebés de entre 1 y 3 meses (luego tiende a declinar). Hasta le han puesto un nombre: la "disritmia" vespertina.

¿Por qué llora a segunda hora de la tarde?

En el útero adquirió determinadas costumbres. Calentito dentro de tu vientre, era precisamente a esa hora cuando el futuro bebé estaba más agitado y daba más patadas. Y continúa haciendo lo mismo.
Tiene problemas con el ritmo día/noche. Durante el día, el pequeño alterna regularmente periodos de sueño con otros de vigilia. Pero llega un momento, justo al final del día, en el que el sistema se bloquea y la alternancia se detiene. Entonces tu bebé pierde el control de su sistema de regulación del sueño y no sabe cómo pararlo. Es difícil adquirir el ritmo día/noche.
Se desahoga. El estrés no es ajeno a este fenómeno. A lo largo del día, el bebé acumula tensiones, como todo el mundo. Pero él no puede eliminarlas dando unas vueltas alrededor de la manzana. Tras las exigencias de la jornada, su sistema de regulación del patrón del sueño se desboca y no sabe cómo controlarlo. Por eso, cuando ya no puede más, se desahoga con los medios a su alcance.
A veces le duele algo. Ese llanto de la tarde puede ser síntoma de un dolor. Un bebé que sufre lanza unos gritos especialmente agudos y estridentes, bastante fáciles de reconocer. Basta que haya bebido demasiado rápido el último biberón para que no consiga soltar el eructo. Esa bolsa de aire bloqueada en el estómago o en el esófago es dolorosa para el bebé: al estar en posición horizontal no consigue ascender y encontrar el camino de salida.

¿Cómo calmar el llanto vespertino?

¡Relájate! El mejor modo de consolar a tu hijo cuando está nervioso es tranquilizándote tú primero. Por ejemplo, es inútil cogerlo en brazos si estás totalmente tensa. Solo conseguirás aumentar su malestar. Deja al bebé en su cuna, aíslate unos minutos en otra habitación para recuperarte y practica unas cuantas respiraciones abdominales o escucha un poco de música suave. Luego puedes volver con él.

Acúnalo. Ya que el bebé necesita desahogarse, proporciónale movimiento. No zarandeándolo bruscamente, claro, sino acunándolo con suavidad en el cochecito o en la hamaca. También te puedes pasear por la casa con el niño instalado en el portabebés.

Dale un baño. El agua tibia y el ruido del chapoteo suelen calmar los nervios irritados. Es como si el agua arrastrara las tensiones.

No le des el biberón. Resiste la tentación de calmarlo "llenándole" la boca y la tripa. Si come más de lo necesario, tendrá problemas digestivos y llorará todavía más. A veces, también hay que optar por no hacer nada y esperar a que se calme él solo, cuando haya llorado hasta cansarse. Pero acércate cada cierto tiempo a su cuna y háblale bajito para que sea consciente de tu presencia y se sienta seguro.
Dale masajes en el vientre. Si se retuerce en todas direcciones y ves que le duele la tripa, también puedes darle un masaje en esa zona, realizando un movimiento circular con la palma de la mano. Eso debería aliviarle. Pero si te parece que le duele mucho y no consigues calmarlo, llama al médico. ¡No te avergüences de pasar el relevo!