Las fontanelas

Probablemente ya estés al corriente de que las fontanelas son las responsables de la flexibilidad del cráneo del feto, necesaria para que el bebé pueda salir por el canal de parto pero, ¿sabías qué puede indicar su forma acerca de la salud del bebé?

¿Qué son?
Las fontanelas son los espacios que hay entre las placas óseas de la cabeza del bebé o, por decirlo de otra forma, las fibras que mantienen unidos los huesos de la cabeza del bebé y que son flexibles para que el niño puede pasar fácilmente por el canal de parto.

¿Cuántas son y dónde están?
Hay dos: una está situada en la parte superior de la cabeza, con forma de rombo, y la otra encima de la nuca, teniendo una forma triangular.

¿Cuándo deben soldarse?
Al principio la flexibilidad de las fontanelas es palpable, pero a medida que transcurran los meses éstas se irán soldando: la de la parte superior de la cabeza (o fontanela anterior) entre los 9 y los 18 meses de edad, y la de la parte trasera de la cabeza (o fontanela posterior) entre el primer y el segundo mes del bebé, aunque podría darse el caso de que en el momento de dar a luz ésta ya hubiese comenzado a solidificarse.

La presión intracraneal
Es uno de los indicadores del correcto desarrollo del bebé. Se mide palpando las fontanelas: unas fontanelas abultadas pueden ser indicio de aumento de presión dentro del cráneo del bebé, y es posible que sea necesario realizar al recién nacido pruebas de diagnóstico por imagen, como una resonancia magnética (IRM) o una tomografía computerizada o TC. A su vez, las fontanelas hundidas pueden ser indicio de deshidratación.

Examinar las fontanelas
Para examinar las fontanelas deberemos colocar al bebé entre las piernas y brazos de la madre, en posición “semi sentada” y palparlas; deberán ser planas, firmes y latir acompasadas con el ritmo cardiaco del bebé.

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