El cabello del bebé

El cabello con el que nace el bebé comenzará a caerse con el paso de los meses para dejar paso al pelo que tendrá definitivamente. Para que crezca sano deberás aplicar unas sencillas medidas de higiene.

El cabello del bebé empieza a formarse en el útero materno, siendo visible alrededor de la vigésima semana. Es importante saber que los bebés nacen con un tipo de pelo, pero que éste podrá cambiar con el tiempo, dado que ésta primera “pelusa” –ya sea más fina o espesa- está destinada a caerse para dejar paso al que será el definitivo tipo de pelo del niño. La caída de la “pelusa” comienza con el paso de los meses, ya sea por mechones o de forma homogénea en toda la cabeza, tras lo que nacerá nuevo cabello al niño, éste más fuerte y espeso.

Esta sustitución es diferente en cada bebé. Algunos nacen con el pelo espeso y otros con una fina pelusa. Al cabo de unos meses el “cabello del nacimiento” se cae de una sola vez o por mechones. Después será sustituido por una cabellera mucho más espesa y fuerte, gracias a la mayor cantidad de queratina que hay ya a esa edad en los bulbos del cabello del niño. La densidad de pelo “normal” y el tipo de cabello definitivo no se alcanza hasta los dos años aproximadamente, claro está, si luego no hay ningún motivo genético o fisiológico que provoque nuevos cambios.

Cuidados del cabello del bebé

Tenga o no cabello el bebé, es importante mantener siempre su cabecita limpia, requisito para que pueda nacerle un cabello sano. A continuación te ofrecemos algunas pautas para mantener una correcta higiene del bebé en esta zona:

- Es necesario lavar la cabeza del bebé a diario, tenga pelo o no, para eliminar el sudor, grasa corporal y polvo.
- En caso de que el bebé tenga pelo es conveniente desenredarlo con un cepillo de cerdas suaves antes del baño.
- Además del cepillado antes del baño, es recomendable hacerlo algún día en un momento que no sea el del aseo, para evitar enredos y masajear el cuero cabelludo.
- El cabello del bebé se debe lavar sólo con agua tibia, añadiendo al aseo el champú cada dos días aproximadamente.
- A medida que transcurran los meses y aumente la actividad del niño –y con ello la suciedad en su cabello-, se incrementará la frecuencia de uso del champú.
- El champú que se use debe estar libre de sulfatos y tener un PH neutro, para evitar que irrite su piel.
- En cuanto a la postura, deberemos reclinar la cabeza del bebé, pero sujetándole firmemente, para evitar que le caiga agua o jabón en los ojos. Para lavar la cabeza basta con frotar suavemente, sin presionar.