¿Cuándo puedo meter a mi bebé en la piscina?
Verano con bebés: cuidados en la piscina
Una perfecta forma de combatir las altas temperaturas del veranoes darse un chapuzón en la piscina. Sin embargo, si eres la orgullosa mamá de un bebé pequeñito, debes tomar precacución antes de meterle en este entorno. Piensa que el bebé estará expuesto al sol y a los elementos químicos que se añaden al agua de la piscina para evitar infecciones en los bañistas.
Por lo tanto, si te estás preguntando cuándo puedes meter a tu bebé en la piscina, te explicamos qué momento es el adecuado y qué precauciones has de tomar para garantizar la seguridad de tu pequeño.
Cosas que debes saber antes de meter a tu bebé en la piscina
Lo primero que debes saber es que los expertos recomiendan no introducir a los bebés menores de 2 meses dentro de una piscina de verano o de invierno o incluso dentro del mar, ríos o lagos. Y es que, los bebés recién nacidos son especialmente vulnerables a los cambios de temperatura, a los químicos presentes en el agua o a las infecciones.
Por lo tanto, si estás en pleno verano y tu bebé tiene menos de dos meses, puedes refrescarle en el agua de la ducha de la piscinao puedes llenar una pequeña bañera de plástico con agua, dejarla al sol y, de vez en cuando mojarle con suavidad. Para ello, puedes tomar agua con tu mano (bien sea de la ducha o de la bañera) y, poco a poco, llevarla a su cuerpo.
Si tu bebé es mayor de 2 meses, existen varios consejos que debes tomar en cuenta antes de refrescar a tu bebé en la piscina, sobre todo si tiene pocos meses de vida:
- Aplica protector solar antes de llegar a la piscina, utiliza uno específico para la delicada piel de los bebés y que además sea de protección solar total. Ten el cuidado de aplicarlo por todo el cuerpo, sin olvidar orejas, manos o los pliegues de la piel. Además, es importante que repongas la protección si vas a pasar un buen rato en la piscina.
- No expongas a tu bebé a la luz solar durante largos períodos de tiempo, su piel es muy sensible y además los bebés muy pequeños no regulan la temperatura como los adultos, por lo que puede deshidratarse en poco tiempo. Cúbrele la cabeza con un gorrito y, si no está dentro del agua, ponle una camiseta de algodón fresquita cuando esté al sol. En cualquier caso, si va a estar expuesto a la luz solar, hazlo en las horas menos soleadas del día, evita la franja entre las 12 y las 17 horas.
- Si tienes piscina propia o vas a acudir a la de un familiar, confirma que se ha comprobado que la cantidad de cloro y demás productos químicos que se han añadido al agua sean las apropiadas. Existen unos niveles específicos de cloro, acidez, nivel de PH, etc. para garantizar que no haya bacterias y algas en el agua o causen irritación en piel y mucosas.
- Otra cosa a tener en cuenta antes de introducir al bebé en el agua es su temperatura. Los bebés no regulan la temperatura corporal tan bien como los adultos, o incluso los niños pequeños. Su temperatura tiende a fluctuar más. Prueba el agua para asegurarte de que la temperatura sea adecuada para los niños más pequeños antes de sumergirse con ellos. Si notas que tu bebé comienza a temblar, es hora de salir.
- Pon pañales de agua a tu bebé para evitar en la medida de lo posible contaminar el agua de la piscina para garantizar la seguridad de otros bebés. Si ves que tu bebé hace una deposición y llega a salir del pañal, avisa al socorrista para que pueda tomar medidas y eliminar la contaminación por materia fecal. Así evitarás que otros bebés puedan enfermar.
- Nunca dejes sin supervisión a tu bebé dentro del agua, incluso aunque pueda mantenerse sentado o esté empezando a caminar y el agua de la piscina no le llegue más que a la rodilla. Ten en cuenta que un bebé puede ahogarse en 50 centímetros de agua ya que puede resbalar y no tiene la habilidad suficiente para sacar la cabeza del agua.
- Si le has puesto atu bebé un flotadoru otro dispositivo flotante, tampoco debes descuidarte. Aunque permiten a los niños tener cierta independencia, también pueden ser peligrosos ya que un bebé puede caer al agua boca abajo con el flotador.
Aunque todas estas recomendaciones pueden parecer abrumadoras, especialmente para si eres un padre o una madre primeriza, has de saber que, teniendo unas ciertas precauciones de sentido común, puedes disfrutar con tu bebé de un maravilloso día de piscina este verano.
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