Cómo estimular a los bebés y a los niños

La estimulación temprana es el conjunto de intervenciones, dirigidas a todos los niños en sus primeros años de vida, que tienen como objetivo ayudarlos a desarrollar todas sus potencialidades. Estos primeros años son fundamentales para su futuro.

Susana Navarro nos habla sobre los estudios que ha publicado en un libro que, bajo el título Programa para la estimulación del desarrollo infantil, se centra en los cuatro primeros años de la vida del niño.

Estimulación temprana del bebé

P. ¿Qué es la estimulación temprana?
R. Es el conjunto de acciones, dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno, para dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades que presentan los bebés y los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos.

P. ¿Vuestros libros solo van dirigidos a niños que tengan retraso en el desarrollo?
R. No. Nuestra idea de la estimulación temprana es un poco más amplia. Creemos que, además de las vertientes asistencial y preventiva, existiría una tercera vía a la que podríamos denominar “educativa” y que iría dirigida a todos los niños en sus primeros años de vida para ayudarlos a desarrollar todas sus potencialidades. Ya es hora de que ayudemos a las familias a enriquecer el desarrollo de sus hijos desde el mismo momento en que nacen.

P. Si un niño tiene un entorno inadecuado, ¿puede tener problemas?
R. Evidentemente. Existen retrasos en el desarrollo muy importantes simplemente por situaciones de deprivación social.

P. ¿Sería posible hacer superdotados a niños estimulándolos desde que son bebés?
R. Los seres humanos nacemos ya con nuestra dotación genética, que nos aporta unas posibilidades que pueden desarrollarse o no, según sea nuestro ambiente. Lo que sí podemos nosotros conseguir, al aportar al niño un entorno adecuado y enriquecedor, es que sus potenciales se desarrollen al máximo. Pero esto no quiere decir que podamos ir creando niños superdotados como a veces se ha llegado a decir al comercializar ciertos materiales.

P. ¿A qué puede conducir un exceso de estímulos al bebé?
R. Cuando hablamos de “estímulos” al bebé lo que queremos decir es que hay que proporcionar al niño los adecuados, que es muy importante la “calidad” y que para nada se trata de “cantidad”, porque, cuando actuamos incorrectamente, podemos provocar problemas.

P. ¿Qué influencia tiene el afecto en la estimulación del niño?
R. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que es la base fundamental sobre la que se va a asentar todo lo demás.

P. ¿Qué síntomas pueden alertar a los padres de que puede haber un problema?
R. La mayoría de los padres lo perciben, de alguna manera, ya que comparan al bebé con sus hermano o con los hijos de sus amigos y, si ven diferencias, se preocupan y suelen preguntar a los profesionales.

P. Cuando unos padres observan que algo va mal, ¿qué deben hacer?
R. En un primer momento, deben acudir a algún profesional experto en desarrollo infantil, como puede ser un neurólogo o un psicólogo, pero asegurándose de que éstos se dedican a niños y no a adultos, porque son dos especialidades diferentes.

El desarrollo normal del bebé

Los hitos en el desarrollo del bebé y los logros que va consiguendo según su edad son:

• En el primer año de vida del bebé:
-Controlar la cabeza.
-Sonreír a las personas conocidas.
-Mantenerse sentado sin apoyo.
-Localizar sonidos en cualquier dirección.
-Imitar gestos en juegos y canciones sencillas.
-Coger los objetos pequeños con los dedos índice y pulgar.
-Masticar alimentos sólidos.
-Sacar y meter objetos de recipientes.
-Localizar por su nombre a personas y objetos familiares.
-Dar objetos cuando se le piden.
-Decir algunas palabras con significado.
-Dar sus primeros pasos sin ayuda. •

El segundo año de vida:
-Trepar a los muebles.
-Andar cada vez más deprisa y sobre diferentes superficies sin caerse.
-Subir y bajar escaleras apoyándose en la barandilla o pared.
-Señalar desde lejos con el dedo índice.
-Pasar las páginas de un cuento identificando imágenes de personas u objetos familiares.
-Abrir y cerrar cajas a presión.
-Garabatear e incluso imitar trazos verticales y horizontales.
-Beber en un vaso sin ayuda.
-Utilizar la cuchara.
-Quitarse las prendas de vestir sencillas.
-Empezar a emitir palabras referidas a acciones y unir dos o tres palabras.
-Jugar simbólicamente con objetos.
-Ayudar a guardar sus juguetes. •

El tercer año de vida:
-Subir y bajar solo la escalera.
-Desplazarse pedaleando en un triciclo.
-Abrir y cerrar recipientes con rosca.
-Hacer collares con piezas muy pequeñas.
-Imitar y copiar trazos sencillos como el círculo.
-Ponerse algunas prendas de vestir sencillas, pero sin diferenciar la parte de delante y la de detrás.
-Utilizar correctamente la cuchara y pinchar con el tenedor.
-Empezar a identificar algunos colores.
-Construir frases de varias palabras, utilizando pronombres.
-Identificar en los otros algunas emociones.
-Prestar atención a cuentos cortos (10 minutos).
-Obedecer, a la primera indicación, alrededor del 50% de las veces.
-Entretenerse solo durante, aproximadamente, 30 minutos.