Fábula para niños: Los dos ciegos

Fábula del Infante Don Juan Manuel

Las fábulas han sido desde siempre una poderosa herramienta para transmitir enseñanzas y valores. Estas breves historias, generalmente protagonizadas por animales u otros personajes arquetípicos, permiten a los niños reflexionar sobre temas como la honestidad, el esfuerzo, la solidaridad y la prudencia. A través de la simplicidad de sus relatos y la profundidad de sus mensajes, las fábulas infantilesayudan a construir una base moral que acompañará a los pequeños durante toda su vida. Además, el uso de diálogos y situaciones cotidianas facilita que los niños se identifiquen con los personajes y comprendan mejor las lecciones que encierran.

Fábula para niños Los dos ciegos

Las fábulas del Infante Don Juan Manuel y su legado literario

El Infante Don Juan Manuel, escritor español del siglo XIV, es considerado uno de los primeros autores en utilizar el castellano como lengua literaria para crear relatos con un propósito didáctico. Su obra más destacada, El Conde Lucanor, es una colección de 51 cuentos o ejemplos que combinan sabiduría popular y enseñanzas prácticas. Cada historia sigue una estructura en la que el Conde Lucanor plantea un problema a su consejero, Patronio, quien responde con un relato lleno de sabiduría.

A diferencia de otros fabulistas como Esopoo Fedro, cuyas narraciones suelen ser protagonizadas por animales, Don Juan Manuel utiliza a seres humanos para ilustrar dilemas morales, destacando valores como la justicia, la prudencia y la lealtad. Su estilo directo y accesible lo convirtió en un referente literario en la Edad Media y un precursor de la narrativa española.

Entre sus relatos más destacados se encuentra "Los dos ciegos", una historia que, aunque breve, encierra una poderosa lección sobre la importancia de la honestidad y la prudencia en nuestras acciones.

La fábula de Los dos ciegos (versión adaptada para niños)

En una pequeña villa, vivía un hombre que había perdido la vista. Este ciego pasaba sus días buscando ayuda y tratando de sobrevivir con lo poco que le daban los vecinos. Un día, otro ciego que también vivía en la villa se acercó y le dijo:

-Amigo, ¿qué te parecería si vamos juntos a pedir ayuda en una villa cercana? Allí la gente es generosa, y seguro que podremos conseguir suficiente para vivir mejor.

El primer ciego, un poco preocupado, respondió:

-He oído que el camino hacia esa villa es peligroso. Hay pozos, barrancos y muchas zonas difíciles de pasar. No estoy seguro de que sea buena idea.

El segundo ciego, queriendo convencerlo, insistió con entusiasmo:

-No te preocupes, yo conozco el camino. He pasado por ahí antes y sé cómo evitar los peligros. Si vienes conmigo, yo seré tus ojos y te guiaré. Te prometo que estaremos a salvo.

El primer ciego, aunque todavía dudaba, finalmente aceptó:

-De acuerdo, confiaré en ti. Pero espero que realmente me guíes bien.

Los dos ciegos emprendieron el camino juntos. Al principio todo iba bien, pero cuando llegaron a un lugar peligroso lleno de pozos y barrancos, algo terrible ocurrió. El ciego que prometió ser el guía no pudo evitar tropezar y caer en un profundo pozo. Al no tener a nadie más en quien apoyarse, el otro ciego también cayó.

Desde el fondo del pozo, el primer ciego, frustrado, le dijo al otro:

-¡Me dijiste que conocías el camino y que me guiarías bien! ¿Cómo terminamos aquí los dos?

El segundo ciego, avergonzado, respondió:

-Pensé que podía hacerlo, pero subestimé los peligros del camino. Lo siento mucho.

La moraleja de la fábula

La fábula termina con una importante enseñanza: si algo parece peligroso y sientes que hay razones para tener dudas, no te dejes llevar solo por lo que alguien más te asegura. Es mejor ser precavido y buscar un camino más seguro, aunque otros insistan en que todo estará bien.

Preguntas de comprensión lectora para niños sobre la fábula de "Los dos ciegos"

  1. ¿Por qué el segundo ciego quería que su amigo lo acompañara a la otra villa?
    Porque pensaba que en esa villa podrían conseguir más ayuda para vivir mejor.

  2. ¿Qué le preocupaba al primer ciego sobre el camino hacia la otra villa?
    Que el camino era peligroso, con pozos y barrancos.

  3. ¿Qué le prometió el segundo ciego al primero para convencerlo de ir juntos?
    Le prometió que conocía el camino y que lo guiaría con seguridad.

  4. ¿Qué pasó cuando llegaron a la parte peligrosa del camino?
    El segundo ciego tropezó y cayó en un pozo, y el primer ciego también cayó.

  5. ¿Cuál es la enseñanza o moraleja de la fábula?
    No debes confiar ciegamente en otros si sientes que algo es peligroso. Es mejor ser precavido y tomar decisiones con cuidado.

La fábula para niños de "Los dos ciegos" nos enseña la importancia de actuar con prudencia y no confiar ciegamente en promesas cuando algo parece peligroso o incierto. A veces, por querer evitar un problema rápidamente o por confiar demasiado en los demás, podemos ponernos en situaciones aún más complicadas. Es mejor analizar los riesgos, tomar decisiones con cuidado y aprender a ser responsables de nuestros propios pasos, siempre con precaución y buen juicio. Esta valiosa lección es una guía para niños y adultos, recordándonos que la confianza y la prudencia deben ir de la mano.

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