Fábula de Esopo para niños: La zorra y el leñador

Fábula para niños sobre la coherencia

Las fábulas son relatos cortos que, a menudo, presentan animales como protagonistas y transmiten lecciones de vida a través de situaciones cotidianas. Estas historias, cargadas de enseñanzas, son perfectas para los niños, ya que no solo entretienen, sino que también les ayudan a reflexionar sobre sus propias acciones y decisiones. Alleer fábulas, los niños pueden aprender valores importantes como la honestidad, la amistad y el respeto. Una de las fábulas más conocidas es "La zorra y el leñador", que nos muestra la importancia de la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos.

¿Quién fue Esopo?

Esopo fue un fabulista de la antigua Grecia, conocido por sus fábulas que han sido transmitidas de generación en generación. Aunque se conoce poco sobre su vida, se cree que vivió en el siglo VI a.C. y que fue un esclavo liberado que se destacó por su habilidad para contar historias. Las fábulas de Esopoestán repletas de sabiduría y humor, y han inspirado a escritores y educadores de todo el mundo. Sus relatos a menudo terminan con una moraleja clara, lo que los hace ideales para enseñar a los más pequeños. Las enseñanzas de Esopo han perdurado a lo largo del tiempo, y su legado continúa vivo en la literatura infantil.

Fábula de La Zorra y el leñador

La fábula de La Zorra y el leñador

Era un día soleado en el bosque, y una astuta zorra caminaba con paso ligero. De repente, escuchó un fuerte ruido: eran cazadores que la perseguían. Asustada, decidió que necesitaba ayuda para escapar.

-¡Oh, leñador! -gritó la zorra, acercándose rápidamente a la cabaña del hombre-. ¡Por favor, ayúdame! Los cazadores vienen tras de mí.

El leñador, que estaba trabajando en su cabaña, levantó la vista al escuchar el grito de la zorra. Sin dudarlo, le dijo:

-¡Rápido! Entra aquí, yo te protegeré.

La zorra se metió en la cabaña, y el leñador cerró la puerta justo a tiempo. Poco después, llegaron los cazadores, ansiosos por atrapar a la astuta criatura.

-Hola, leñador -dijo uno de los cazadores-. ¿Has visto a una zorra pasar por aquí?

El leñador, aunque estaba nervioso, intentó mantener la calma. Con voz firme, respondió:

-No, no he visto nada.

Sin embargo, en un gesto, levantó la mano y señaló hacia la cabaña donde se escondía la zorra. Los cazadores notaron el gesto, pero no entendieron lo que significaba.

-Gracias, leñador -dijo uno de ellos-. Vamos a seguir buscando.

Una vez que los cazadores se alejaron, la zorra salió de su escondite, aliviada pero también un poco molesta.

-Leñador, te he agradecido por ayudarme -dijo la zorra-, pero no entiendo por qué has señalado mi escondite.

El leñador, frunciendo el ceño, respondió:

-Te he ayudado y ni siquiera me lo agradeces.

La zorra, con su astucia habitual, contestó:

-Te habría dado las gracias si tus manos y tu boca les hubieran indicado lo mismo.

Y así, la zorra se alejó, dejando al leñador reflexionando sobre la importancia de ser coherente entre lo que decimos y lo que hacemos.

Preguntas de comprensión lectora sobre la fábula de Esopo

  1. ¿Por qué la zorra pidió ayuda al leñador?
  2. ¿Qué hizo el leñador cuando llegaron los cazadores?
  3. ¿Cómo reaccionaron los cazadores ante la respuesta del leñador?
  4. ¿Cuál fue la queja de la zorra hacia el leñador?
  5. ¿Qué moraleja se puede extraer de esta fábula?

 

La fábula "La zorra y el leñador" no solo es un relato entretenido, sino también una valiosa lección sobre la importancia de ser coherente entre nuestras palabras y acciones. A través de esta historia, los niños pueden aprender a valorar la sinceridad y la honestidaden sus relaciones con los demás.

 

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