10 poemas para felicitar a papá por el Día del Padre

Poesía infantil sobre los papás

¿Estás pensando en un regalo para papá por el Día del Padre? Te proponemos que tus hijos le preparen un regalo distinto, deja de pensar en calcetines, corbatas o cinturones y piensa en un regalo más personal, ¿se te ocurre algo? En conmishijos.com te proponemos que tus hijos regalen una poesía, es un regalo desde el corazón que seguro recordará más que cualquier regalo económico.

Hemos seleccionado 10 poemas para felicitar a papá por el Día del Padre, algunos son de autores conocidos y otros anónimos, pero todos ellos encierran un mensaje muy bonito para los padres, es una estupenda forma de decir... ¡Te quiero papá!

Poemas para papá en el Día del Padre

poemas para el Día del Padre

 

1. Poesía infantil: Recuerda papá

Que si no juegas ahora conmigo,
cuando tu quieras hacerlo ya habré crecido.
Que la armonía entre tú y mamá
me dará seguridad ante la vida y
hará de mì un triunfador o un frustrado.

Que de tu amor depende mi capacidad
de amar cuando sea adulto.
Que soy muy feliz cuando me llevas
dormido hasta mi cama.

Que lo que yo aprendo contigo
lo recordará toda la vida.
Que si oramos juntos
aprendo a comunicarme con Dios.

Que el amor y respeto
que demuestres por nuestros semejantes
será el amor y el respeto
que yo les tenga cuando sea adulto.

Que yo tambien tengo intereses personales.
Que me gusta tomar parte en las decisiones familiares.
Y que te necesito como mi mejor amigo!

2. Poesía para niños: Mi padre, cuando yo tenía...

4 años : Mi papá puede hacer de todo.
5 años : Mi papá sabe un montón.
6 años : Mi papá es más inteligente que el tuyo.
8 años : Mi papá no sabe exactamente todo.
10 años : En la época en que mi papácreció,
las cosas seguramente eran distintas.
12 años : Oh, bueno, claro,mi padre no sabe nada de eso.
Es demasiado viejo para recordar su infancia.
14 años : No le hagas caso a mi viejo.
¡Es tan anticuado!
21 años : ¿Él? Por favor, está fuera de onda,
sin recuperación posible.
25 años : Papá sabe un poco de eso,
pero no puede ser de otra manera,
puesto que ya tiene sus años.
30 años : No voy a hacer nada hasta no hablar con papá.
40 años : Me pregunto cómo habría manejado esto papá.
Era inteligente y tenía un mundo de experiencia.
50 años : Daría cualquier cosa por que papá estuviera aquí
para poder hablar esto con él.
Lástima que no valoré lo inteligente que era.
Podría haber aprendido mucho de él.

3. Mi papito es muy bueno, poema infantil

Mi papito es muy bueno,
igualito a mi mamá,
se levanta muy temprano,
yo lo voy a saludar.

Yo me subo a sus rodillas,
y me pongo a cabalgar,
ico, ico caballito,
qué bueno que es mi papá.

4. Poesía al Padre

- Cuando venga tu padre...
Inútil amenaza, tú seguirás jugando,
y romperás los vidrios, si quiere el pelotazo,
y harás mal los deberes, si asciende por tu mente,
airoso y desplegado, tu sueño en barrilete.

- Cuando venga tu padre...
Mas tu padre comprende,
y escuchará los cargos fingiéndose enojado,
hasta que tú te alejes.

Después, dirá en voz baja,
que así como ésta tuya, fue traviesa su infancia.
Y en tendido descanso, desandará dichoso
los ojos entornados, los días de "rabona",
los juegos en tejado, el rostro de la madre
y aquel padre tan hombre que los dejó temprano.

Y sentirá de pronto el terror de perderte,
o de que tu lo pierdas, y buscará tus pasos,
e irá con tu recuerdo trepando
hasta la rama lejana de aquel árbol,
follaje, como entonces,
refugio de ese miedo de suelo de los pájaros.

- Cuando venga tu padre...
y quien llega es un niño adormecido en hombre,
que en vez de reprenderte, se enternece añorando.

5. Le regalo a mi papá, poesía infantil

Una sonrisa de plata
que es lo que alumbra mi cara
cuando de noche me tapa.

Le regalo a papá
una colonia fresquita
por no soltarme la mano
cuando me duele la tripa.

Le regalo a mi papá
una armadura amarilla
que le proteja del monstruo
que espanta en mis pesadillas.

Le regalo a mi papá
el lenguaje de los duendes
por entender lo que digo
cuando nadie más lo entiende.

Le regalo a mi papá
una chistera de mago
en la que quepan mis besos
envueltos en un regalo.

6. Elegía a mi padre

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el placer,
cómo después de acordado
da dolor,
cómo a nuestro parescer,
cualquiera tiempo pasado
fué mejor.

Y pues cemos lo presente
cómo en un punto es ido
y acabado
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
má que duró lo que vió,
porque todo ha de pasar
por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos á se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos;
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.

Autor: Jorge Manrique

7. El padre, poema de Pablo Neruda 

Tierra de sembradura inculta y brava,
tierra en que no hay esteros ni caminos,
mi vida bajo el sol tiembla y se alarga.

Padre, tus ojos dulces nada pueden,
como nada pudieron las estrellas
que me abrasan los ojos y las sienes.

El mal de amor me encegueció la vista
y en la fontana dulce de mi sueño
se reflejó otra fuente estremecida.

Después... Pregunta a dios por qué me dieron
lo que me dieron y por qué después
supe una soledad de tierra y cielo.

Mira, mi juventud fue un brote puro
que se quedó sin estallar y pierde
su dulzura de sangres y de jugos.

El sol que cae y cae eternamente
se cansó de besarla... Y el otoño.
Padre, tus ojos dulces nada pueden.

Escucharé en la noche tus palabras:
... Niño, mi niño...
Y en la noche inmensa
seguiré con mis llagas y tus llagas.

8. Cuando llueve, poema de Amado Nervo

-¿Ves, hija? con tenue lloro
la lluvia a caer empieza.
-Sí, padre, y cayendo reza
como una monja en el coro.

-Damiana, hija mía,
ya enciende el quinqué,
yo tengo melancolía...
-¡Yo también, no sé por qué!

-Padre, el agua me acongoja,
vagos pensares me trae.
-Damiana, la lluvia cae
como algo que se deshoja.

-¿Oyes? murmurando está
como una monja que reza...
-Damiana, ¡tengo tristeza!
-Yo también... ¿Por qué será?

9. XXIII, poema al padre 

Padre mío, señor mío, hermano mío,
amigo de mi alma,tierno y fuerte,
saca tu cuerpo viejo, viejo mío,
saca tu cuerpo de la muerte.
Saca tu corazón igual que un río,
tu frente limpia en que aprendí a quererte,
tu brazo como un árbol en el frío,
saca todo tu cuerpo de la muerte.
Amo tus canas, tu mentón austero,
tu boca firme, tu mirada abierta,
tu pecho vasto y sólido y certero.
Estoy llamando, tirándote la puerta.
Parece que yo soy el que me muero:
¡padre mío, despierta!

Autor: Jaime Sabines

10. Al padre, poema de Luis Gonzaga Urbina

Mi padre fue muy bueno: me donó su alegría
ingenua; su ironía
amable: su risueño y apacible candor.
¡Gran ofrenda la suya! pero tú, madre mía,
tú me hiciste el regalo de tu suave dolor.

Tú pusiste en mi alma la enfermiza ternura,
el anhelo nervioso e incansable de amar;
las recónditas ansias de creer; la dulzura
de sentir la belleza de la vida, y soñar.

Del ósculo fecundo que se dieron dos seres
-el gozoso y el triste- en una hora de amor,
nació mi alma inarmónica; pero tú, madre, eres
quien me ha dado el secreto de la paz interior.

A merced de los vientos, como una barca rota
va, doliente, el espíritu; desesperado, no.
La placidez alegre poco a poco se agota;
mas sobre la sonrisa que me dio el padre, brota
de mis ojos la lágrima que la madre me dio.

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