Chistes malos pero divertidos para niños

Chistes para reír con los niños

Los chistes malos, aquellos que a menudo nos hacen reír precisamente por lo simplones que son, tienen un encanto especial, especialmente para los niños. La simpleza y previsibilidad de estos chisteslos hacen accesibles y comprensibles, lo que es crucial para los pequeños en pleno desarrollo del lenguaje y la comprensión.

Los chistes malos ayudan a los niños a mejorar sus habilidades comunicativas, ya que, al entender y contar estas bromas, aprenden a jugar con el lenguaje, los significados y los dobles sentidos. Además, estos chistes fomentan la creatividad y el pensamiento lateral, ya que muchas veces lo absurdo o inesperado de la broma requiere de un procesamiento mental diferente al de los chistes más elaborados.

Los beneficios de reírse con chistes malos van más allá del entretenimiento. La risa en sí misma es un poderoso antídoto contra el estrés, mejora el estado de ánimo y fortalece las relaciones sociales al compartir momentos de diversión con amigos y familiares.

Chistes malos para niños

20 Chistes malos para reír con los niños

1.     

Un niño llega a su casa con un billete de 500 euros. El padre le pregunta:

-¿Dónde lo encontraste?

-En la calle.

-¿Estás seguro de que nadie lo ha perdido?

-Sí, papá, yo mismo vi a un señor que lo buscaba.

2.

¿Qué le dice un pez a otro?

-¡Nada!

3.

-¿Cuál es el colmo de un doctor?

-Que sus hijas se llamen Dolores y Remedios.

4.

¿Cómo maldice un pollito a otro pollito?

-¡Caldito seas!

5.

-¿En qué se diferencia un elefante de un peine?

-No sé

-Pues entonces ten cuidado, no vayas a comprar un peine y te engañen con un elefante

6.

-¿Qué se pone Superman cuando sale de la ducha?

-Súper-fume

7.

-¿De dónde vienen los hámsteres?

-De Hamsterdam

8.

¿Qué le dice un pato a otro mientras juegan a fútbol?

-¡Vamos empatados!

9.

Hay un borracho en medio de la calle. Aparece un policía y le dice:

-¡Eh, tú, levántate! ¿No es que interrumpes el tráfico?

-Es que todas las casas me dan vueltas así que espero a que pase la mía para meterme en ella.

10.

-Hijo, ¿por qué te estás bañando en pintura azul?

-Porque mi novia vive lejos y quiero estar azulado

11.

-¿Qué le dijo un pollito delincuente a otro pollito delincuente?

-¡Ni pio!

12.

-¿Cuál es la diferencia entre un avión y el pegamento?

-En que el avión despega y el pegamento se pega.

13.

¿Qué le dijo una calculadora a un libro de matemáticas?

-Tranquilo, puedes contar conmigo

14.

-¿Sabes que mi hermano va en bicicleta desde los 4 años?

-Pues ya debe de estar lejísimo

15.

¿Qué le dice una pulga a otra pulga?

-¿Caminamos o esperamos a que venga el perro?

16.

-Me voy 2 semanas de vacaciones a Hawái.

-Qué guay, pues no te olvides de escribir.

-Espero que no. ¡Con lo que me costó aprender!

17.

Una profesora a su alumno:

-A ver, Jaimito. ¿Qué ocurrió en 1.482?

-¿Cómo quiere que lo sepa si no había nacido?

18.

El profesor a un alumno:

-Jaimito, si voy a la feria y me como 4 peras, 9 manzanas, 7 piñas y 12 plátanos, ¿cuál es el resultado?

-¡Dolor de barriga!

19.

-¿Qué es un pez en el cine?

-Un mero espectador.

20.

-¿Cuál es el colmo de un electricista?

-Que su esposa se llame Luz y que sus hijos le sigan la corriente

 

Los chistes malos son una excelente herramienta para el desarrollo integral de los niños. Además de reírnos un buen rato, también contribuyen al desarrollo del lenguaje, la creatividady sus habilidades sociales. Incluir chistes malos en la vida diaria de los niños es una forma sencilla y efectiva de promover su bienestar emocional y cognitivo.

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