Estudiar de memoria: consejos para que los niños aprendan a estudiar

Durante mucho tiempo, la idea de estudiar de memoria ha estado muy desprestigiada y se ha considerado una pérdida de tiempo. Sin embargo, es indispensable que los niños desarrollen su memoria como parte de su proceso de desarrollo de la inteligencia. Hoy en día, los expertos en psicología educativa y neurociencia subrayan la importancia de trabajar la memoria desde edades tempranas, ya que es una herramienta esencial para la adquisición de conocimientos y habilidades complejas. A continuación, presentamos algunas recomendaciones para que los niños aprendan a estudiar de memoria.

La importancia de la memoria en el aprendizaje

La memoria no es un proceso único; tiene múltiples facetas y cada una juega un papel fundamental en el aprendizaje. Entre los diferentes tipos de memoria que todos desarrollamos están:

• Memoria a corto plazo: para retener información durante un breve período.
• Memoria a largo plazo: necesaria para recordar conceptos e ideas durante mucho tiempo.
• Memoria visual: ayuda a retener información a través de imágenes o estímulos visuales.
• Memoria auditiva: se basa en el recuerdo de sonidos y ritmos.
• Memoria léxica: permite retener palabras y conceptos.
• Memoria semántica: facilita el aprendizaje de ideas y relaciones entre conceptos.

El aprendizaje memorístico, en particular, requiere de la memoria semántica, ya que nos permite comprender y organizar la información. Memorizar, en este contexto, no se trata simplemente de repetir, sino de asimilar los datos de manera que tengan sentido y puedan ser recuperados cuando sea necesario.

Consejos para que los niños estudien de memoria de forma eficaz

1. Fomentar la comprensión antes de la memorización

Es importante que el niño comprenda lo que intenta memorizar. Al comprender el sentido y la lógica de la información, el proceso de retención se vuelve más sencillo y efectivo. Los padres y docentes pueden ayudar a los niños a:

• Descomponer la información en partes más pequeñas.
• Usar ejemplos prácticos o cotidianos para ilustrar conceptos abstractos.
• Crear una conversación sobre el tema para que el niño pueda expresar en sus propias palabras lo que ha entendido.

2. Utilizar técnicas de mnemotecnia

Las técnicas de mnemotecnia ayudan a organizar la información de una forma más sencilla de recordar. Algunos ejemplos útiles para niños incluyen:

• Acrónimos: construir palabras usando las iniciales de los conceptos a recordar.
• Rimas o canciones: transformar los contenidos en canciones o rimasfacilita la retención.
• Mapas mentales: son útiles para visualizar la información de forma estructurada.

Por ejemplo, para recordar que los resultados de la tabla del 5 terminan siempre en 0 o en 5, el niño puede crear un pequeño verso o cantar los resultados en un tono divertido.

3. Estimular el uso de imágenes mentales

Crear imágenes mentales es una forma de recordar más fácilmente. Por ejemplo, al aprender sobre animales en la cadena alimentaria, los niños pueden imaginar un bosque con cada uno de los animales en su lugar. Este método ayuda especialmente a aquellos con memoria visual, pues les permite "ver" la información en su mente.

4. Repetición con sentido

La repetición sigue siendo importante, pero debe hacerse de forma estratégica. En lugar de repetir información mecánicamente, se recomienda:

• Hacer pausas entre sesiones de estudio para que la información tenga tiempo de consolidarse en la memoria a largo plazo.
• Volver a revisar la información en distintos momentos y contextos para fortalecer la retención.
• Utilizar la técnica de la "autoexplicación," en la cual el niño se explica el tema en voz alta.

5. Aplicar lo aprendido a situaciones cotidianas

Relacionar la información con situaciones de la vida cotidiana puede ser muy útil. Por ejemplo, si el niño está aprendiendo una fórmula matemática, como las tablas de multiplicar, se le puede invitar a aplicarla al calcular el número de cromos en varios álbumes o al dividir frutas para compartir. Esto no solo facilita la retención, sino que ayuda al niño a entender la utilidad de lo que está estudiando.

6. Dividir la información en fragmentos manejables

El cerebro retiene mejor la información cuando se divide en fragmentos o bloques. Estudiar largos bloques de texto de una sola vez puede ser abrumador y poco eficaz. Dividir el contenido en unidades más pequeñas permite a los niños enfocarse en una parte a la vez y disminuir la carga de información que deben memorizar de una sola vez.

7. Incorporar descansos y sesiones de estudio cortas

La capacidad de atención de los niños es limitada, por lo que sesiones de estudio largas pueden resultar agotadoras y poco productivas. Se recomienda dividir el tiempo de estudio en bloques de 15-20 minutos, con descansos breves en medio. Estos descansos permiten que el cerebro procese la información y recupere energía, optimizando el aprendizaje.

8. Usar el método de "ensayo espacial"

El ensayo espacial es una técnica basada en la distribución del estudio en varios días o semanas. En lugar de estudiar intensivamente justo antes de una prueba, es más efectivo repasar los contenidos en varias sesiones a lo largo del tiempo. Esto se debe a que la repetición a intervalos ayuda a afianzar la información en la memoria a largo plazo, evitando el efecto "olvido rápido".

9. Fomentar la curiosidad y el interés

La memoria funciona mejor cuando estamos motivados. Los niños son más propensos a recordar lo que les resulta interesante o divertido. Por ello, es recomendable que los padres y docentes traten de despertar la curiosidad de los niños por el tema en cuestión. Utilizar historias, juegos o actividades que incluyan el contenido puede hacer que el aprendizaje sea más ameno y memorable.

10. Crear un ambiente adecuado para el estudio

Un espacio de estudiobien iluminado, tranquilo y libre de distracciones es fundamental para que el niño se concentre y retenga información. Estudiar en un ambiente caótico o con interrupciones frecuentes puede dificultar mucho la capacidad de atención y memorización del niño. Asegurarse de que tenga un lugar ordenado y con todo lo que necesita a mano puede marcar una gran diferencia en su rendimiento.

La importancia de valorar el proceso

El aprendizaje no debe reducirse solo a "memorizar para el examen" y luego olvidar. Es importante transmitirles a los niños que el objetivo de estudiar de memoria no es simplemente recitar los datos, sino integrarlos y hacerlos suyos para que sean capaces de utilizarlos en diferentes contextos. Por eso, la clave no es la cantidad de información memorizada, sino cómo se ha aprendido y retenido.

Aprender a estudiar de memoria es una habilidad que se puede desarrollar y perfeccionar con el tiempo. Aunque esta práctica ha sido subestimada, la realidad es que la memoria juega un papel fundamental en el desarrollo cognitivo y en el aprendizaje de los niños. Incorporar estrategias de memorización de forma divertida, práctica y efectiva puede ayudar a los niños a afianzar conocimientos y a enfrentar nuevos retos con seguridad y autonomía.