Envidia y celos entre hermanos

Los hermanos mayores suelen reaccionar con celos cuando nace un hermanito

El nacimiento de un bebé tiene un fuerte impacto en su hermano primogénito, que deberá aprender a compartir la atención de sus padres, de la que hasta entonces gozaba en exclusiva. Las relaciones entre hermanos suelen caracterizarse casi siempre por su intensidad y ambivalencia. Pueden ser una importante fuente de conflictos y tensiones, como se manifiesta en la frecuencia con la que generan envidia y celos entre hermanos.

El sentimiento de envidia y celos en niños

Envidia y celos entre hermanos

La envidia se produce al percibir en otro algo que se desea, al admirar lo que otro ha conseguido, a causa del dolor por no tenerlo, por la indignación al considerar injusta la diferencia que se observa. Es importante distinguir lo que suele denominarse con acierto envidia sana –que actúa como un motivo constructivo para tratar de conseguir lo que se envidia, sin dificultar la relación con el envidiado– de la envidia destructiva, que obstaculiza ambas condiciones.

La envidia se produce básicamente en una relación de dos personas, el envidioso y el envidiado, y se da con más frecuencia en relaciones de cierta simetría (entre hermanos, compañeros o amigos), mientras que los celos implican siempre a una tercera persona, con la que el celoso tiene o desea tener un vínculo exclusivo que no acepta compartir con otro. En cierto sentido, los celos pueden ser considerados como un tipo especial de envidia. Y ambos sentimientos están a veces estrechamente relacionados. Por ejemplo, los celos de un niño por la atención que sus padres dedican a su hermano se mezclan enseguida con la envidia por las características que suscitan dicha atención (el hecho de ser pequeño, sacar buenas notas...).

Celos ante el nacimiento de un hermano

El nacimiento de un hermano suele tener un gran impacto en los niños, y especialmente en el primogénito, que hasta entonces había sido el único en recibir la atención de sus padres, y suele quedar desplazado en dicha atención por su hermano. Durante los meses que siguen a este acontecimiento, la mayoría de los primogénitos menores de cinco años manifiestan los siguientes trastornos:

1) Problemas en el sueño así como en el control de esfínteres, llanto frecuente, retraimiento, disminución de la autonomía y la concentración, trastornos que suelen desaparecer ocho meses después del nacimiento del hermano.

2) Hostilidad hacia la madre y a veces hacia el padre, a los que desobedecen de forma mucho más frecuente que antes del nacimiento. Estos problemas son especialmente intensos en los primeros meses y suelen haber disminuido sensiblemente al cabo de un año. Con su conducta desobediente, el niño expresa su disgusto por la situación y trata de conseguir la atención del adulto. Atención que aunque obtenga de forma negativa, como crítica o castigo, a veces el niño parece preferir al hecho de ser ignorado por sus padres. Anticipar dichas situaciones, evitando que se produzca la comparación negativa (dándole protagonismo o la atención de otro adulto), ayuda a prevenir los celos que suscitan.

Curiosidad del niño por el recién nacido

Por otra parte, en cualquier edad, el nacimiento de un hermano es un acontecimiento que origina en el niño una gran curiosidad e interés por atenderle y cuidarle. El hecho de que este interés surja incluso en los niños y niñas que presentan intensas alteraciones emocionales refleja la fuerte ambivalencia que caracteriza las relaciones entre hermanos. Basándose en este interés, los padres pueden intentar compartir con el niño o niña mayor las rutinas del cuidado del bebé. Dejarle participar activa y constructivamente en estas rutinas, haciendo que se sienta importante y eficaz en ellas, es una de las formas más eficaces de prevenir tanto los celos como la envidia.

La identidad de los hermanos

A medida que los hermanos van creciendo, con frecuencia parecen repartirse distintos papeles psicológicos. El hecho de que uno empiece a destacar por una determinada cualidad suele acentuar su tendencia a desarrollarla, como si se le asignara ese papel (el de estudioso, o responsable, por ejemplo), descartándolo para los demás, que se orientan a buscar un papel propio y diferenciado (el de sociable, deportista...). Este reparto de papeles refleja la necesidad que cada niño y cada niña tienen de desarrollar su propia identidad, diferenciándola de la del resto de sus hermanos. Necesidad que suele ser muy acentuada en la adolescencia y los años que la preceden, y que puede estimularse en exceso cuando los adultos destacan con frecuencia las cualidades de uno de los hijos en un determinado ámbito (los estudios o el deporte, por ejemplo) y no destacan dichas cualidades en los demás.

Prevenir los celos entre hermanos

Para favorecer unas relaciones adecuadas entre hermanos y prevenir los celos y la envidia conviene tener en cuenta que:

1) Si el niño dispone de más de un adulto para proporcionarle seguridad y atención (la madre y el padre, por ejemplo), los celos hacia los hermanos menores suelen ser más fáciles de superar.

2) Conviene evitar que el nacimiento de un hermano coincida con otros cambios importantes en la vida del niño y no reducir después de dicho nacimiento la cantidad y calidad de la atención que la madre y el padre dedican al mayor.

3) Conviene estimular su participación en los cuidados del nuevo hermanito, de forma que se sienta importante y eficaz en esas situaciones, o que pueda disponer en dichos momentos de la atención de uno de ellos.

4) Los padres deben destacar los progresos de cada niño en los distintos ámbitos y, cuando existen grandes diferencias entre los hermanos, no conviene utilizarlas como referencia para valorar el nivel de cada uno.

María José Díaz-Aguado. Catedrática de Psicología de la Educación.

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Comentarios (2)

24 may 2016 19:54 67YUHH

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09 jun 2014 09:41 ANAID

Hola buenos días, mi hija hablaba perfectamente tiene dos años y seis meses, y ahora en ocasiones parece como si tartamudeara. Puede tener que ver con que ha tenido un primito y quiera llamar la atención. Porque no lo hace siempre